PODER DETRÁS DEL PODER
El CPCCS está en crisis, es verdad, nadie lo puede negar, pero ¿quiénes están identificados plenamente dentro del CPCCS para responder a los partidos políticos? Sencillo, la nueva minoría representada por la presidenta Almeida que responde sin duda alguna al P.S.C., el vicepresidente Rosero responde a la vieja alianza Correísmo - M.P.D. y, el consejero Dávalos responde a la patología política de la Revolución Ciudadana, es claro y contundente quienes desean colocar autoridades de baja ralea para que respondan a los intereses protervos de sus líderes que, por lo visto, están muy tensos al notar que se les puede estar escapando de las manos el único reducto político que les queda, el quinto poder del Estado, en esto estamos muy entendidos los ecuatorianos, por lo tanto, la nueva mayoría debe ser respetada.
Por otra parte, tenemos a la nueva mayoría conformada por impulsos legítimos ciudadanos como los consejeros Rivadeneira, Estupiñán, Bravo y Ulloa donde ellos están complicando las intenciones cancerígenas de la nueva minoría, y ahí es donde entra una colisión de intereses que ha formado una batalla con grandes consecuencias, de unos, que quieren imponer su agenda sucia y pestilente a chantaje, corrupción y abusos, mientras que los otros intentan transparentar los concursos sin mañas y malabares políticos de los que siempre han traicionado a la patria y han retornado para volverla a traicionar.
En fin, tenemos pendientes el nombramiento del Contralor General del Estado y este cargo lamentablemente se ha usado para chantajear a todo aquel inmiscuido en la administración pública para que agachen la cabeza frente a los líderes caudillistas de los partidos políticos, a su vez, ha servido como cuartel nacional que favorece a la corrupción; Falta también la designación del Defensor del Pueblo que lleva encargado por más de 4 años, la renovación parcial del Consejo Nacional Electoral que sirve para los líderes caudillistas colocar sus esbirros en cargos públicos de elección popular sin importar la decisión del pueblo y ahora con la renuncia de la presidenta del Consejo de la Judicatura que también sirve para seguir manejando la justicia a su antojo, y así como va lo antes narrado se vuelve tortuoso y escabroso el camino para la renovación de ciertas instituciones claves que son de suma importancia para los capos de los carteles de la política ecuatoriana, en sí, el país está en una traba política e institucional.
¡HASTA CUÁNDO CARAJO!
Ab. Jaime Andrés Véliz Ortiz
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