ESPLENDOR /OCASO DE LA UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL


ESPLENDOR /OCASO

Este 2020 la Universidad de Guayaquil cumple 153 años de institucionalización con un presupuesto hasta el 2018 de $154´776.909,38, con un conglomerado estudiantil de 73.511 entre jóvenes y adultos, 2.968 docentes, 2.139 empleados que habitan 18 facultades y que conforman en sí nuestra Alma Mater; Existe un lamento guayaquileño por la majestuosa Universidad de Guayaquil donde es símbolo y parte esencial de la historia de Guayaquil, la cantidad de guayaquileños que por 152 años ya que, el primero de diciembre de 1867 la fundó el patricio guayaquileño Dn. Pedro Carbo, donde gracias a este caballero hemos podido los jóvenes guayaquileños, guayasenses y ecuatorianos en general culminar felices y agradecidos con un título profesional de la Universidad de Guayaquil, es tan incalculable como la tristeza que ahora nos arropa y embarga la situación universitaria que vivimos actualmente.

Del esplendor académico, científico, y político de sus más distinguidos docentes y graduados, ahora la institución ha pasado al ocaso por sus violatorias, autoritarias y corruptas intervenciones desde el Sr. Khalil hasta el Dr. Passalaigue que, desde el 2013 nuestra Alma Mater fue categorizada con la letra “D”, o sea, el último peldaño calificativo.

Existe una extensa lista de hijos pródigos de la Universidad de Guayaquil como PRESIDENTES/ VICEPRESIDENTES/ DIPUTADOS Y/O ASAMBLEÍSTAS y de las CORTES NACIONALES DE JUSTICIA; de grandes MÉDICOS, INGENIEROS, MAESTROS, ARQUITECTOS, MATEMÁTICOS, ODONTÓLOGOS, ADMINISTRADORES, ECONOMISTAS, PSICÓLOGOS, QUÍMICOS entre otras profesiones más que gradúa nuestra Universidad de Guayaquil y que, desde nuestras aulas universitarias hemos exportado para la nación y el mundo; que también ha sido reemplazada por una grasienta y mal oliente lista llena de irregularidades y/o corruptelas administrativas (TITULOS FALSOS), académicas (NOTAS POR SEXO) y financieras (SOBREPRECIOS Y OBRAS NO PRESUPUESTADAS, ETC).

Debemos reconocer también los antecedentes del hundimiento, y ésta consiste desde la evaluación del 2009 efectuado por la Conea, las universidades del Ecuador ya sabían que aspectos debían fortalecer, a consecuencia de lo mencionado la Universidad de Guayaquil no obtuvo la acreditación, sin embargo, nos obsequiaron la categoría “B”, es decir, por encima de la medida de los resultados reales encontrados. ¡HABÍA LA ESPECTATIVA QUE PUDIERA SUPERAR LA SITUACION LA UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL!

La realidad no es solo que NO APROBÓ sino que retrocedió y fué ubicada en la última categoría, otra vez; Estoy seguro que hemos avanzado algo no muy significativo pero no como lo quiere hacer parecer el actual Interventor-UG Dr. Roberto Passalaigue Baquerizo que su gestión es como la del MESIAS en la Universidad de Guayaquil, no es así; Por todo aquello dió rienda suelta al CES para que, el 23 de Octubre del 2013 intervenga nuestra Universidad y, desde aquel entonces no hemos visto, peor palpado cambios notorios que beneficien a la comunidad universitaria.
Los exalumnos, egresados, estudiantes, docentes y trabajadores de cada Facultad tenemos el honor, compromiso y heroico gesto de superar estas falencias y retomar el rumbo heredado por Dn. Pedro Carbo y, por supuesto, dejar a las generaciones presentes y venideras un legado que defender y respetar de cual se sientan orgullosos (as) de ser parte, parte de ésta prestigiosa y aguerrida UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL.


JAIME ANDRÉS VÉLIZ ORTIZ
28.04.2020
16H21


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